Para todos aquellos que comerán o cenarán o desayunarán, que sepan que siempre hay alguien más ahí.
Querida Soledad,
Soledad, ¿estás ahí?
Hoy ha venido Tristeza,
A hacernos compañía,
Hoy en la mesa vamos
A ser tres.
Nos solemos encontrar,
En días complicados,
En días en los que
Ninguna de las tres
Se puede mover,
Ni hablar,
Ni sentir.
Pero hoy quiero
Que nos reunamos
Para hablar.
Solo por el mero hecho
De hablar por hablar.
Quiero escucharos hoy.
Quiero que tu Soledad hables,
Sueles solo asentir con tu cabeza,
Andar cabizbaja.
Pero quiero saber que sientes
De verdad.
Quiero que seas valiente y me digas;
Porqué estás aquí.
Tristeza, siempre hemos estado juntas.
Tú y yo nos hemos conocido desde
Pequeñas.
Sabemos la una de la otra
Nuestros secretos, nuestros grandes
Secretos y silencios.
Tristeza, te aprecio, te he llegado
A querer, siempre serás bienvenida.
No lo dudes.
Porque cuando vienes,
Me traes grandes recuerdos.
Soledad, eres mi firme confidente.
Con quien comparto y me siento
Segura y serena.
Pero hoy os he reunido,
Para compartir esta cena,
Está velada las tres, sólo las tres.
Quiero deciros que ha llegado,
El momento.
El tiempo preciso para buscar,
A más sentimientos escondidos.
Tenemos que expandir nuestro
Circulo.
Dejar entrar a Alegría, Enfado,
Miedo, Valentía…
A todos los sentimientos
Que nos ofrezca esta
Vida.
Preparaos, las puertas se han
Abierto,
Y pronto seremos más para cenar.